divendres, 27 de març del 2020

niños

Hafnarfjörður. Fotografia: Empar Sáez


niños


un niño hunde la mano en su fiebre y saca astros que tira
al aire/y ninguno ve/
yo tampoco los veo/
yo sólo veo un niño con fiebre que tiene los ojos cerrados y ve
animalitos que pasan por el cielo/pacen en su temblor/
yo no veo esos animalitos/
yo veo al niño que ve animalitos/
y me pregunto por qué esto pasa hoy/
¿pasaría otra cosa ayer?/¿se sacaría el niño mucha pena
del alma ayer?/yo sólo sé que el niño tiene fiebre/
tiene el alma cerrada y la hunde
en las cenizas que dejará porque ardió/
pero ¿es así?/¿hunde su alma en las cenizas de sí?/un árbol
mira detrás de la ventana al sol/
hay sol/
detrás de la ventana hay un árbol en la calle/
ahora por la calle pasa un niño con una mano en el bolsillo
del pantalón/
está contento y saca la mano del bolsillo/
abre la mano y suelta fiebres que ninguno ve/
yo tampoco las veo/
yo sólo veo su palma abierta a la luz/
y él/¿qué ve?/
¿ve bueyes que tiran del sol?/
yo no sé nada/
no sé qué ve el niño de la mano en el pantalón/
ni el niño que tiene fiebre y ve los huesos del Atlántico
y los huesos de todos los mares revueltos en su corazón/
yo no veo nada / no sé nada
ni sé en qué día nací/
conozco la fecha pero no el día en que nací/
¿o ese día es este día en que muero por enésima vez?/
¿es este día en que todos los que han muerto
se vuelven a morir conmigo?/¿o yo con ellos?
¿en esta luz dulcísima y abierta?/
¿y qué hace el niño con esta luz en su palma?/
¿mientras todos trabajan para hacer dinero fuera de esta luz?/
¿encerrados afuera de esta luz que es imposible mirar sin una luz adentro?/
¿sin un amor con pena adentro?/
ahora pasan las cartas que nunca me escribiste/
hijo/vos/que tanto nacés de esta luz/
tus cartas tienen fiebres de las que no sé nada/
y nunca sabré nada/
parecen pajaritos que vuelan con su serenidad
astros que tiraste al aire y ninguno ve/
yo no los veo ni los ve mi dolor inseguro/
pensabas en una vida más limpia que ésta/
una vida que se podía lavar/
tender al sol de tu bondad/
una vida llena de rostros como viajes/
¿dónde están esos rostros/esos viajes?/
la vida está desnuda como un mar sin orillas/
y no puedo volver la vida atrás/
llevarla hasta tu cuna/
ni llevarla adelante/
yo soy menos real que la mesa donde como/
yo como para ser real como el árbol detrás de la ventana/
ahora un niño se le paró al lado/
saca la mano del bolsillo del pantalón/
abre su palma a la luz
y piensa que la muerte es la muerte
y no más que eso/


Juan Gelman, En abierta oscuridad (antología)
Siglo XXI Editores, 2010


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