diumenge, 20 d’octubre del 2019

Génesis VI, 6-7

Barcelona. Fotografia: Empar Sáez




El crepúsculo es la horca del día.
Mis pies no tocan el suelo hasta que amanece.
Mi lengua morada te apunta.

*

Mi voz está hecha de sandalias.
¿Llegaré?

*

Pienso en ti.
Una vindicación a favor de lo indecoroso.

*

¿Me nombras?
Queda muy poco para entrar a formar parte
de la colección de huellas de pájaros extinguidos.
YY

*

Al fin y al cabo tu sombra es mi velo.
Mi Islam.
Tu atracción gravitatoria.

*

Como un nido abandonado.
Mi vientre una maraca de pequeños esqueletos.
Escucho música.

*

Mi esposo es el más bello entre los esposos.
Abandonó el ganado y los cultivos.
Lo dejó todo para mirarme a los ojos y decir:
Siempre, Siempre, Siempre.
El cielo está hecho con todo aquello que nunca existió.

*
Tengo que seguir escribiendo.
No puedo vendar a los heridos.

*

Los amores gramaticales son tan tristes.
Dependen de la elección de un adjetivo,
de una oración bien construida.
Escribes beso sin besar.
Así son mis conversaciones de muselina con el granito.



Angélica Liddell, Génesis VI, 6-7 
(Dins: Trilogía del infinito, Ediciones La uÑa RoTa, 2016)

2 comentaris:

  1. "Escribes beso sin besar": a vegades només s'estima amb la poesia, no sé si això és bo o dolent.

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  2. Aquest vers és una meravella, Helena, has triat bé!
    Gràcies :)

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