Baix Empordà. Fotografia: Empar Sáez |
UNA SOLA NOTA MUSICAL PARA HÖLDERLIN
Si pierdo la memoria, qué pureza.
En la azul crestería la tarde se demora,
retiene su oro en mallas lejanísimas,
cuela la luz por un resquicio último, se extiende y me delata
como un arco que tiembla sobre el aire encendido.
¿Qué esperaba el silencio? Príncipes de la tarde, ¿qué palacios
holló mi pie, qué nubes o arrecifes, qué estrellado país?
Duró más que nosotros aquella rosa muerta.
Qué dulce es al oído el rumor con que giran los planetas del agua.
Pere Gimferrer, Arde el mar (1966) dins: Marea solar, marea lunar
Ediciones Universidad de Salamanca, 2000
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada