Marans. Fotografia: Empar Sáez
Ha llegado el blanco invierno (1953)
Ha llegado el blanco invierno. La nieve, como una gran almohada de musgo, viste todos los abetos verdes, abatiendo sus ramas.
Un caballo esparce nieve con sus cuatro herraduras y el corazón se inclina como la rama de un verde abeto.
En el arbusto de posa un búho, bajo el abeto, unos pájaros; como una tienda, la nieve les cubre. El bosque, hombre sabio, no canta canciones si hay viento. Destellos como estrellas de hielo reflejan sus pupilas.
Hoy, en la espesura duerme un pájaro bajo la nieve, como antaño una pobre gitana, que encuentra hoy un hogar cálido.
Un pobre pájaro se acerca a la ventana, congelado, y pide pan. ¡Ay, es mi hermano del bosque!, crecimos juntos en el bosque negro.
Le daré buen pan, le daré todo lo que pueda encontrar. ¡Ven aquí a mi lado que yo iré contigo, mi querido pájaro! Ambos le pediremos a Dios que el gran sol venga, porque ahora la nieve es espesa como una almohada mullida.
Pájaro mío, alguien ha hecho para ti un hogar cálido, para que no te enfríes bajo el arbusto, en la inmensidad de la nieve, donde no tenías sueños dulces.
Papusza, El bosque, mi padre Traducció: Amelia Serraller Ediciones Torremozas, 2019 |
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