Graskop. Fotografia: Empar Sáez |
MANO
Es desde una luz,
un silencio, un aroma
lejano, dice Louis Singer, the poet,
cuando la almendra
vigila caminos por los que llegan recuerdos
(digámoslo así),
en pisadas lentas, sedosas,
húmedas en verdes tiempos pasados;
cuando parece dormida, la almendra, y el mundo
está fuera y nadie la advierte
en esa butaca el cuerpo sentado, su huella, sí está,
se abandona en algo que toma su forma,
que no es mano: es humo
con sombra de mano, con piel,
con las uñas pintadas de nieve, la mano
o anémona de mar.
Y desde ese punto, esa niebla, esa mano,
esa anémona,
desde donde llega el idioma perdido,
la lengua olvidada
y se deja agrupar sobre el blanco
que lo va a sostener para siempre. Y pregunto:
esa mujer sentada, ¿a dónde va? ¿Estará su palabra
al cuidado del mundo? No se sabe:
nadie ha pensado en ella.
Nadie le ha dicho nada.
Nadie la ha visto. Es posible
que no haya llegado todavía.
Julia Uceda, Escritos en la corteza de los árboles
Fundación José Manuel Lara, 2013